Piensa en las contraseñas guardadas directamente en el dispositivo o en cualquier navegador en donde hayas almacenado contraseñas.
Cambia las contraseñas para todas las cuentas a las que este dispositivo pueda acceder. Si no usas un administrador de contraseñas, considere usar uno para crear y administrar contraseñas seguras.
Después de cambiar las contraseñas para las cuentas en tu teléfono, piensa en si usaste alguna de estas contraseñas para otras cuentas. Si es así, cambia también esas contraseñas.